A veces cuando camino, suelo mirar para todos lados, observo cada uno de sus pasos, de sus gestos, escucho cada una de sus temidas palabras que salen de ese túnel que contagia el alma.
Hoy, no llevaba puesto nada, ya que solo caminaba, paseaba, pero no me miraba.
Hoy, también me pregunté ¿ Cuántas veces debo caminar para mirarnos? ¿ Cuántas veces debo mirarlo para que lo haga también?.
Es que también hoy, recordé muchas cosas entre ellas, que no está, que también se fue, aunque a susurros me dijo:
Regresaré.
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Pecadores.