domingo, 25 de marzo de 2012

Yo no quiero domingos por la tarde.



Cruzo la calle,
el gato del frente me mira
Tomo el taxi,
la vecina me vigila.

Él pregunta: ¿ hacia donde voy?
Yo, solo lo miro por el retrovisor,
nada me sorpredende,
nada  me convence.

Voy hacia el sur,
ahí me quiero bajar,
donde puedo soñar,
amar,  disfrutar,  bailar.

Ya no quiero estos domingos citadinos,
ya no quiero ver el  lado oscuro,
yo, ya no quiero tantas cosas.

Quiero vivir un domingo,
un domingo en el sur divino.

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Pecadores.